Por César Vélez "El Emperador"
En la penumbra vi su rostro, estaba tan linda que hasta me causo culpa haberme apropiado por unas horas de ese ser que debía ser importante para el mundo, no lo sé, el amor viene de diversas formas y esta vez apareció tan de repente que no le vi venir, espero así venga la muerte: en forma de bala perdida. Y a este instante tan crucial me culpo por haberme interpuesto en su camino. Yo me pregunto el por qué no fui más valiente y me resistí a su encanto, pero parece una jugarreta del destino o la maldita fortuna del azar que te premia con la peor decisión. Si tuvo que ser eso. Inerme me quedé contemplando aquel papel en forma de recorte de periódico que anunciaba la triste noticia, el titulas a grandes letras decía "ESTUDIANTE ASESINADA" Y mi alma lo negaba, y quería pensar que no era cierto, y que todo era una broma, pero el no verla a la salida del colegio, el no distinguirla entre otras niñas me partía el corazón de la peor manera. Me hice cargo de esa culpa, hasta llegue a pensar que era yo el causante de que a ella le quitarán la vida, es que era tan linda que algún momento me dije que debía ser inmortal, porque esa clase de belleza solo la tienen las diosas, pero ocurrió que no era así, que en este plano venimos al mundo y luego nos podemos ir y todo sucede en un entorno de tiempo... Solo pude interceder para que en la morgue no desnudaran su cuerpo ni para que los legistas le pudieran tocar y tolerarán poner en sus informes mentiras sobre que la única bala había sido letal... Si bien le prometí hallar a los culpables desistí cuando el tiempo ya no me dio más razones para llorar y perdone el odio que yacían en las almas que te hicieron eso...pero que al final de cuentas al parecer quisieron cegar a todo costo tu belleza celestial.
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