sábado, 8 de septiembre de 2018

Beso y luego desisto

Por XervanteX

Encontramos a mujeres heridas sino en lo físico sin inhibidas y con un temor por el amor y el sexo... ¿Usted nunca a besado a un sapo? - No, ni nunca lo haría -  Y nosotros convencidos de que hay hombres más feos... Por eso las mujeres se odian y a veces se quieren... ¿Un beso no es nada, verdad? - Si, eso - Entonces por qué no me da un beso pequeñito... Naá... Y hay hombres que hacen cosas más horribles con mujeres, ¡basta de tanta permisividad!, pero de las mujeres que nos tocaron no podemos hablar tanto eran célibes cuando les conocimos, se cuidaban el cabello de la cabeza como el vello del pubis y hoy ¿sabes en dónde están? - Pues amargadas de tantos hijos - Válgame el cielo! - Pudo ser que se contagiaron de esa liberalidad nuestra, esa contorsión ideal, en donde esgrimimos la poesía como aguja y si no podíamos el amor penetrativo las consolábamos con lenguas oscuras que les provocaban orgasmos fingidos y reales que agradecían con la fidelidad... Por eso el César decía que ninguna mujer bonita debería negar ni un vaso de agua ni un beso y sin embargo las bonitas son las más negadas... para nosotros. 


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