viernes, 23 de septiembre de 2016

EL NADAÍSMO ABSUELTO

LoS InDoMaBleS

El Nadaísmo peco en contra del precepto de creer sin ver. Todo se puso del color de hormiga y el reto era enfrentar un estado del espíritu empozado, detenido en el delirio de lo estético y superficial. Consagrando a las bellas damas a izar su virginidad hasta el matrimonio sin untarse de la miel prospera del atrevimiento y el vicio. Las faldas se alzaron entonces. Y nacimos hijos de la pauta, febriles querubines sin padre e hijos de la ignominia, de la negación simpática. Para colmo de males el mundo cobro caro el atrevimiento de traer más vida a un mundo dietético y fantasioso. La duda universal no estaba resuelta y los nuevos intelectuales comenzaron a acusar, a señalar a las épocas alegres de promover el amotinamiento. Pero ¡mentiras! todo era una ilusión causada sino por los licores si por los alucinógenos, y luego el sexo fortuito y casual. El pecado está en acceder en ese espacio donde la nada perpetua descansa, donde ese espacio retiene tanto el pensamiento como el orgasmo, ese mismo espacio violado y negado luego, por eso nos venimos moviendo en una especie de sincronía con todo el universo y la posibilidad que evolucionemos ha desaparecido.

Absuelva usted al Nadaísmo de esto: de incitar a lolitas descarriadas al felatio y la traición, de andar con sus trajes selectos mostrando demasiado y haciendo en la juventud algo para tener qué contar a sus nietos y preservar la doctrina. 

Nadie quiere que a sus hijos les toque de esa manera. Pero tampoco hacen nada para que les toque de otra.

El Nadaísmo fue salvación, no condena.

Por tanto yo lo absuelvo.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario