sábado, 17 de noviembre de 2018

NADIE TE QUITA NI LO COMIDO NI LO BAILADO

Por Aley

Cuando el César salió de la cárcel le dio la impresión de que había entrado en otra cárcel, una en donde le tocaba trabajar para comer y dormir. La única alegría fue encontrar que su abuelo o padre seguía con vida y salud y que su amigo elemental Alexis seguía demoníaco y rebelde. El día que llego al barrio tuvo la decencia de saludar e invitar la gaseosa y se hizo el baile y la fiesta que duro los tres días del fin de semana, pues era festivo.  Pero la justicia a veces es inclemente pues de no se donde aparecieron unos tipos que se quisieron llevar a don Primo para un asilo porque lo habían denunciado o mejor se habían quejado de sus paseos nocturnos en "bola" o sea desnudo, además de andar escupiendo los vitrales de los negocios e insultar los monumentos a los héroes patrios, al igual que a Sócrates se le inculpo de no señalar a dios alguno e intoxicar jóvencitas con métodos de anticoncepción satánicos. Se hizo entonces en plena cancha de fútbol las descargas y por su puesto salieron a relucir un grupo de vandálicas viejas chismosas con la queja y de otra parte don Primo que quiso defenderse él mismo pero al que ayudaba todas las personas más allegadas a su afición de pensador, al fin de cuentas don Primo no fue condenado y la insurrección se continúo a la final viene siendo como él mismo dice "nadie me va a quitar lo comido ni lo bailado"    

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