miércoles, 14 de marzo de 2018

IGNORANCIA, LA CIEGA

Por Brandy Azalea

Apunto mal y el bordón se le fue resbalando antes de que fuera tarde dio otro paso, venía de la agencia de funerales con el paz y salvo ahora respiraría tranquila, cuando muriera los agentes harían todo pagarían la misa, cargarían el ataúd y sepultarían el cuerpo y por dos años seguidos le procurarían flores frescas y agua suficiente a su tumba. Le había también pagado a Sor Flor una Monja del barrio para que frente a su tumba lea unas oraciones escogidas por ella misma, pero Sor Flor iba de achaque en achaque y los Médicos le daban días, por lo que pensó en que esa plata se había perdido y entonces al hijo de la Porteña le regalo la vitrola con la promesa de que por dos años y cada mes le fuese a cantar a su tumba cuando muriese. Pero lo que ella no calculo es que a veces la muerte se ensaña con todos y al hijo de la Porteña por andar comiendo a prisa murió ahogado con una pepa de mango que se le atoró en la garganta. Siendo eso fue a ver a los de la agencia funeraria y cuando llego ya encontró a otros empleados.   

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